CANONIZACIÓN DE JOSEFINA VANINNI
CANONIZACIÓN DE JOSEFINA VANINNI
Del 11 al 15 de Octubre varias de nuetras monjas junto con parte de personal y residentes fueron a Roma a ver de primera mano como hacian Santa a la Beata Josefina Vanninni.
Fue un viaje repleto de anecdotas donde no faltó la ilusión ni las ganas de participar en aquel evento. Fueron unos días de grandes vivencias...ver Roma, ver al Papa, ver a todos los camilos como llenaban el Vaticano y sobretodo descubrir que por fin Josefina ya no era Beata sino Santa.
Aquí os dejamos unas fotos para el recuerdo mientras se repasan su vida y su milagro.
Del 11 al 15 de Octubre varias de nuetras monjas junto con parte de personal y residentes fueron a Roma a ver de primera mano como hacian Santa a la Beata Josefina Vanninni.
Fue un viaje repleto de anecdotas donde no faltó la ilusión ni las ganas de participar en aquel evento. Fueron unos días de grandes vivencias...ver Roma, ver al Papa, ver a todos los camilos como llenaban el Vaticano y sobretodo descubrir que por fin Josefina ya no era Beata sino Santa.
Aquí os dejamos unas fotos para el recuerdo mientras se repasan su vida y su milagro.
Josefina Vannini Nació en Roma el 7 de julio de 1859, hija de Ángel Vannini y Annunziata Papi; es la intermedia entre tres hermanos. A los 4 años pierde a su padre, y tres años más tarde, a su madre. Los tres hermanos son separados y cada es recibido en distintos sitios. Judit ingresa al orfanato de las Hijas de la Caridad.
Obtiene el título de maestra de asilo, y a los 21 años intenta entrar al noviciado de las Hijas de la Caridad en Siena, pero al poco tiempo debe abandonar por motivos de salud. Al año siguiente vuelve a intentarlo, pero luego es definitivamente rechazada de la Congregación por no conseguir adaptarse a sus exigencias.
Siente en profundidad el llamado a la vida religiosa, pero no encunetra un Instituto que la atraiga. A los 32 años participa de unos ejercicios espirituales en la casa de las Hermanas de Nuestra Señora del Cenáculo de Roma, y conoce allí al padre Luis Tezza, con quien se entrevista por primera vez el 17 de diciembre de 1891, para pedirle consejo espiritual acerca de su vocación. Hacía poco que el padre Tezza había recibido el encargo de refundar las terciarias camilianas, y lo propone a Judit. Ella le responde que, aunque no se siente capaz, confía en Dios.
En el carácter de Judit estaba lo necesario para una fundadora: mujer de oración y sacrificio, segura de sí misma y de su vocación. Solicitadas las pertinentes autorizacioens del superior de los Camilianos, Judit, con dos compañeras, forman el núcleo de la nueva fundación de la Congregación de Hijas de San Camilo, para servir a los enfermos. El 2 de febrero de 1892, celebración de la conversión de san Camilo, en la sala-santuario donde murió el santo, nace la nueva familia camiliana con la imposición del escapulario, y ya en marzo Judit, que toma el nombre de Josefina, recibe el hábito religioso y es nombrada superiora.
Las Reglas son redactadas por el Padre Luis Tezza, y la finalidad es la "asistencia a los enfermos, incluso en sus domicilios". El instituto, en medio de una gran pobreza, crece inmediatamente, a fin de ese mismo año son ya 14 las religiosas, el año siguiente fundan fuera de Roma, en Cremona, y continúa el crecimiento. Sin embargo el primer gran escollo viene de parte del papa León XIII, que había decidido no aceptar más fundaciones en Roma, y niega dos veces la autorización al P. Tezza. La congregación parece que queda obligada a dejar Roma; sin embargo, convertida en Pía Asociación, pueden permanecer.
Una nueva prueba vendrá de la mano de calumnias que se alzan hacia la relación entre el P. Tezza y las religiosas, especialmente con santa Josefina. Sin ninguna investigación, el cardenal protector de la Pía Asociación quita al P. Tezza el permiso de confesar a las hermanas, y le prohibe todo contacto con ellas.
Con gran fortaleza espiritual, la fundadora prosigue adelante con la obra, e incluso crece en esos años ampliándose por toda Italia y Argentina. El 21 de junio 1909, después de tantas resistencias, obtiene por fin el Decreto de erección del Instituto en Congregación Religiosa bajo el nombre de "Hijas de San Camilo". Muere en Roma el 23 de febrero de 1911, y es beatificada, también en Roma, el 19 de octubre de 1994 por SS. Juan Pablo II. Fue canonizada en octubre de 2019 por SS Francisco.
Milagros de Josefina Vannini
Cayó 12 metros, invocó a la
Madre Josefina Vannini, su casco se aplastó... y él, indemne
Arno Celson se coloca en el lugar donde
cayó para indicar como fue el hecho asombroso: era un hueco del ascensor
Sucedió en la mañana del 19 de febrero de 2007 y lo cuenta Arno
Celson Klauck, brasileño, trabajador de la construcción, en la agencia SIR (Agensir.it). Él
recibió el milagro que ha permitido a la Iglesia canonizar a Josefina Vannini.
Estaba trabajando en la construcción de una casa de retiro para ancianos en
la ciudad de Sinop, en Brasil. La casa llevaría el nombre de la religiosa,
Josefina (o Giuseppina) Vannini. Mientras intentaba colocar una viga,
Arno Celson cayó por el hueco del ascensor, cabeza abajo, atravesando 3 pisos
(unos 12 metros) y rompiendo un techo frágil. Mientras caía, dijo,
espontáneamente, "Madre mía, ayúdame". "Cuando me
caí, recordé a la Madre Vanini y dije 'madre mía, ayúdame'", detalló a la
prensa brasileña e italiana.
Arno golpeó el suelo, donde había algo de agua y escombros (ladrillos,
hierros, maderas). Rápidamente llegaron su hijo y un compañero, temiéndose lo
peor. Asombrados, descubrieron que el casco de Arno estaba
completamente aplastado, pero él estaba consciente y perfectamente bien. Sólo
tenía un pequeño corte en el labio.
Arno Celson Klauck ha contado su experiencia a la
prensa italiana y brasileña
La Hermana Auxiliadora, que dirige la casa donde actualmente las religiosas
atienden a más de 20 ancianos, recuerda cómo sucedió todo. “Fue a
colocar una viga, no midió bien el tamaño de la viga, la puso a un lado y
cuando tiró de ella, tuvo la primera caída. Él gritó "¡Madre!" y
cayó directamente, rompiendo la madera. Trató de aferrarse a la mitad de la
pared que estaba en la plataforma, la pared tampoco estaba bien armada y todo
cayó sobre él ”, dijo.
Según la religiosa, el hijo de Arno, que estaba pintando en la zona,
gritó: "¡mi padre ha muerto, ayúdame!". Sin embargo,
desde el fondo del foso, el albañil dijo, para asombro de todos, que estaba
bien.
Llevaron a Arno de inmediato a Emergencias del hospital de Sinop. El doctor
Lacerda lo examinó: tenía algunas rozaduras y excoriaciones, pero ningún trauma
craneoencefálico. Estaba bien. Le recomendaron algún analgésico y
antiinflamatorio y tres días después volvía a la trabajar en la obra.
En 2018 el Consejo Médico de la Congregación de la Causa de los Santos declaró
que el suceso era médicamente inexplicable, y en febrero de 2019 los
consultores teológicos consideraron probado que podía atribuirse a la
intercesión celestial de Josefina Vannini.