Mayo mes de la Virgen María: cómo celebrar el mes mariano
Mayo es el mes consagrado a la Virgen María. Oraciones
especiales, devociones y el Día de la Madre que, no por casualidad, se celebra
el primer domingo de mayo. Descubrimos mayo, mes de la Virgen María.
Mayo es un
mes vinculado al simbolismo del renacimiento y el ciclo de la vida. No hay
ninguna mención en las Sagradas Escrituras que lo vincule de alguna manera con
María. Sin embargo, cualquiera reconoce la asociación del mes de mayo como el
mes de la Virgen. Veamos por qué.
Mayo
siempre se ha asociado con el Amor también.
En la antigüedad, colgar un ‘mayo’, es decir una rama florida en la puerta de
la chica de la que uno estaba enamorado, significaba decirle: “Eres tan hermosa como una flor“,
pero también: “Mi corazón ha
florecido por ti“.
Alrededor del siglo XIII, una nueva forma de amor y devoción comenzó a
afianzarse en Europa, el sentido del honor debido a las mujeres, el respeto que
se les debía mostrar, lo que merecían. En esta nueva visión de la mujer, la
Virgen se erigió como un ideal y un ejemplo de perfección al que todos, hombres
y mujeres, tenían que recurrir. Alfonso X, rey de Castilla
y León, dedicó las Cantigas
de Santa María a la Virgen, la colección más importante de
canciones monódicas de su tiempo. Eran canciones sobre la Virgen y sus
milagros.
A
principios del siglo XIV, el místico dominicano Enrique
Susón de Constanza escribió en su libro Diálogo de la Eterna Sabiduría,
dirigiéndose a la Virgen: “¡Seas
bendita tú, aurora naciente, sobre todas las creaturas, y bendito sea el prado
florido de rosas rojas de tu bello rostro, adornado con la flor roja de rubíes
de la eterna Sabiduría!”.
En
la Edad Media, las ramas floridas ya no se
colgaban solamente en la puerta de la chica amada, sino también en las estatuas
de la Virgen. En particular, si elegían las guirnaldas de rosas, flor típica
del mes de mayo. Así nació la tradición del Rosario, llevada adelante también
por San Felipe Neri, quien en el siglo XVI invitaba a
los niños puestos bajo su custodia a decorar a la imagen de María con rosas.
Solamente
el 29 de abril de 1965 tuvo lugar la consagración oficial del mes de mayo a la
Virgen, con la encíclica Mense Maio del Papa
Pablo VI, donde leemos entre otras cosas: “El mes de mayo es el mes en el que los
templos y en las casas particulares sube a María desde el corazón de los
cristianos el más ferviente y afectuoso homenaje de su oración y de su
veneración. Y es también el mes en el que desde su trono descienden hasta
nosotros los dones más generosos y abundantes de la divina misericordia”.